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Cuando me enteré hace años de la existencia de estos seres me quedé con la boca abierta, sin palabras, siniestramente sorprendida. No imaginaba que habría personas así, nunca me habían hablado de ellos y me parecía increíble esa forma de ser. Pero pude comprobar que son reales, lo supe en el mismo momento de tener toda la información en mis manos, y esto representó una ayuda invaluable para mí. La información es libertad, y es necesario que la información llegue a la mayor cantidad de personas posible para liberar a las víctimas de las redes que tejen estos personajes, y también para prevenir a posibles otras víctimas y ahorrarles la experiencia porque, como bien se dice, es inteligente quien aprende de las experiencias de los demás.
Etapas de la relación con un psicópata narcisista
Lejos de ser el conocido asesino en serie de las películas de terror, un psicópata narcisista, también llamado psicópata integrado, se presenta como un ser encantador, y su víctima principal es a quien elige como pareja, que es de quien obtiene el mayor alimento para su ego, aunque también pueden ser víctimas otras personas de su entorno.
Bombardeo de amor
Si el psicópata narcisista te eligió como pareja, se pondrá en principio para entrar en tu vida el traje del príncipe azul que estabas esperando. Para ello tiene muy bien estudiado quién y cómo debe ser, y en ese sentido actúa, deslumbrándote. Es habitual que no puedas creer la suerte que tenés de haberlo encontrado y por supuesto, te enamorás perdidamente. Es perfecto, es todo lo que buscabas, parece salido de una novela o una película romántica. Los primeros tiempos al lado del psicópata narcisista son un sueño hecho realidad, y esta etapa se conoce como “la etapa dorada”, “el bombardeo de amor” o “la luna de miel”. Lo que sucede en realidad en este período es que te inyecta su encanto como si fuera una droga a grandes dosis, generando una especie de adicción, por eso el comienzo de una relación con una persona así generalmente es intenso. Te llena de mensajes, de atenciones, de regalos. Muy pronto te declara su amor y enseguida te ves comprometida en una relación, casi sin darte cuenta. Todo marcha tan bien que estás extasiada, y no ves cómo tus defensas bajan. Te estás haciendo absolutamente vulnerable a él.
Devaluación
La segunda etapa en una relación con un psicópata narcisista no tarda en llegar. De pronto no lo ves tan feliz como al principio. Puede que empieces a notarlo silencioso, o que se enoje por motivos insólitos, o que empiece a celarte, a criticarte, a exigirte, a menospreciarte. Todo ese ser maravilloso que era al principio de repente se esfuma, y aparece alguien que parece ya no quererte como creías. Comienzan las discusiones y las peleas. Esto te genera ansiedad, preocupación y angustia. ¡Si estaban tan bien! Y lo único que deseás es que vuelva a ser como antes. Fue tanto el encanto que te inyectó que necesitás que vuelva a hacerlo, tal como si fuese una droga. Pero todo empieza a derrumbarse y no hay forma de que razone, de que puedan entenderse, porque además sus argumentos suelen ser verdaderamente insólitos y descabellados. No alcanzás a entender por qué reacciona de ese modo. Es habitual que utilice estrategias como la triangulación con terceras personas o la luz de gas, porque su intención es generar el conflicto. Esta es la etapa de “la devaluación”, y se llama así porque aquí es donde ataca tu autoestima, donde comienza a disminuir tu orgullo y tu amor propio al punto de no defenderte, de ceder en sus planteos y de intentar que vuelva a ser el de antes.
Descarte
Luego sucede la tercera etapa: “el descarte”. La parte más cruel y más desconcertante si no estás enterada de lo que es un psicópata narcisista. Tu príncipe azul devenido en ogro, luego de la devaluación, desaparece. Es la etapa de la distancia, del silencio, de los mensajes sin responder. Es habitual que te bloquee en sus redes sociales. Es común que llegue a decirte que ya no siente lo mismo por vos, que ya no te quiere en su vida. Por supuesto, luego de tan maravilloso comienzo y de haber creído que habías encontrado al amor de tu vida, esto te destroza el corazón. Es como caer estrepitosamente al suelo luego de haber subido a lo más alto de toda historia de amor posible. La abstinencia de su droga es terrible, y es posible que te encuentres suplicándole mientras sin mucho problema te rechaza y hasta te humilla. En medio de todo esto, seguís sin entender del todo qué es lo que ha sucedido.
Hoovering
Entonces sucede la cuarta etapa, que es llamada la etapa “del reenganche”, “la aspiración” o “hoovering”. Luego de haberte dejado un tiempo sin su droga, reaparece y te pide perdón. Te dice que desea que vuelvas con él, que no entiende lo que le sucedió pero que sabe que sos el amor de su vida y que lamenta mucho lo que pasó. Otra vez vuelve a ser ese ser encantador y te hace recordar al que conociste. Te promete que va a cambiar o te asegura que estar lejos lo hizo reflexionar. Vuelven los mensajes de amor y las atenciones. Y vos sentís que te vuelve el alma al cuerpo, que no podía ser que esa historia terminara así, que realmente se trata de tu alma gemela y que ahora todo va a estar bien. Es muy fácil ceder a su encanto. Otra vez te hace sentir en las nubes e inicia una nueva época dorada. Adiviná: ¿para qué?

Las etapas de la luna de miel, la devaluación, el descarte y el hoovering componen un ciclo, es decir, se van a repetir una y otra vez. Es el ciclo del psicópata narcisista. Vuelve a subirte a lo más alto para volver a empujarte a lo más hondo, y así hasta que te enteres de lo que está pasando realmente y pongas un punto final. ¿Sabe el psicópata narcisista lo que está haciendo? SÍ. Lo más sorprendente de estas personas es que cada etapa de la relación y cada paso dentro de cada etapa lo tienen fríamente calculado. Calculan cómo deslumbrarte, calculan cómo devaluarte, calculan cómo descartarte y calculan cómo volverte a enganchar. Y lo más increíble de todo esto es que lo disfrutan sin culpa alguna, porque todas, absolutamente todas tus reacciones en cada una de las etapas de la relación son como alimento para él, son su combustible.
El combustible del psicópata narcisista
El psicópata narcisista tiene un ego tan frágil que necesita algo con qué alimentarlo constantemente. A ese alimento le llamamos combustible. Este combustible lo obtiene de sus víctimas, ya sean estas parejas, familiares, compañeros de trabajo o cualquier persona que se cruce en su camino. Las personas más cercanas a él, las de su entorno más íntimo, son las que aportarán mayor cantidad de combustible y de mayor “calidad”, y también son las que sufren más daño. Estas suelen ser sus parejas y sus hijos en caso de tenerlos.
Pero, ¿qué es exactamente el combustible? Para decirlo de forma sencilla, es todo lo que lo hace sentir importante, amado, hermoso, perfecto, imprescindible, superior, dominante, es decir, todo lo que hace crecer su ego. Y todo esto lo extrae de las reacciones sus víctimas. Cuando en la etapa dorada la víctima lo idealiza, le dice lo maravilloso que es, le demuestra amor y afecto, deja sus intereses de lado para atenderlo, le hace favores, cede a sus caprichos, le está dando lo que se llama combustible positivo. Esto le gusta, pero enseguida se aburre y desata la devaluación y el posterior descarte. Aquí, cuando la víctima sufre por él, cuando le dice todo lo que lo necesita, cuando se desangra psicológicamente por su distancia, cuando le hace reclamos y le pide desesperadamente explicaciones, es cuando obtiene el alimento que más le gusta: el combustible negativo. Esto infla enormemente su ego, ya que se siente casi como todopoderoso. Pero como no quiere perder su fuente de combustible sabe hasta dónde tirar de la soga, y así, cuando lo cree conveniente, activa la fase de reenganche o hoovering. De este modo alterna entre combustible positivo y negativo, provocando un tremendo desgaste emocional en su víctima, drenándole en cada etapa su autoestima y su energía, y creando una dependencia de la cada vez más le cuesta salir.
Cada acto del psicópata narcisista y cada cosa que dice están calculados y planeados cuidadosamente de antemano con el fin de obtener combustible. Por eso, una relación con una persona que presenta este trastorno de la personalidad se asemeja a una gran puesta en escena, a una película donde él es el director y guionista y su víctima una marioneta que, sin sospecharlo, actúa exactamente cómo él desea para satisfacer las necesidades de su empobrecido y hambriento ego.
¿Existen mujeres psicópatas narcisistas?
Sí, aunque en mucha menor proporción. Las mujeres psicópatas narcisistas actúan exactamente de igual modo que los hombres psicópatas narcisistas, y sus víctimas también suelen ser sus parejas, sus hijos, y cualquier persona de su entorno cercano. Las fases por las que atraviesa una relación de pareja con una mujer de estas características son las mismas, y su objetivo de obtener combustible de sus relaciones es idéntico. Lo que diferencia a las mujeres de los hombres que presentan este trastorno es, además de una marcada menor incidencia, que suelen ejercer sus estrategias de una forma más discreta y silenciosa, aunque no por ello menos destructiva. El daño emocional que pueden causar también puede ser devastador.
Características generales de un psicópata narcisista
- En la etapa dorada es encantador, carismático y seductor. También lo es a los ojos de las personas que no son sus víctimas.
- Inicia sus relaciones de pareja en forma intensa y acelerada.
- Sus relaciones pasan por las fases del bombardeo de amor, la devaluación, el descarte y el reenganche, conformando un ciclo que puede repetirse muchas veces.
- Sus mentiras son elaboradas y le sirven en todas las etapas, además de proporcionarle disfrute por el hecho de sentirse superior ante la ingenuidad de su víctima.
- En las etapas de devaluación y de descarte utiliza estrategias como la triangulación con terceras personas (para provocar celos), la luz de gas o gaslighting (para confundir a su víctima), y el tratamiento del silencio, entre otras.
- También en esas etapas se muestra soberbio y cruel.
- Carece absolutamente de empatía: no es posible para él ser empático con nadie.
- No siente culpa ni miedo.
- La ira es la única emoción genuina que puede expresar, por ejemplo, si su víctima finalmente lo descarta a él o si se lo critica.
- Es común que tenga un estilo de vida parasitario, que busque siempre provecho de su entorno. Mide sus relaciones con las personas según los beneficios y ventajas que puede obtener de ellas.
- Es manipulador y controlador.
- Utiliza las relaciones sexuales como instrumento de manipulación.
- Se cree superior a los demás.
- La alta y constante actividad mental que mantiene para calcular y sostener sus estrategias le demanda un importante nivel de energía, por lo que es común que se muestre muy cansado y que duerma más profundamente de lo habitual.
- Busca combustible en personas empáticas, solidarias, con necesidades afectivas o con tendencia a la dependencia emocional.
- Puede tener al mismo tiempo una víctima primaria o principal, y una o varias víctimas secundarias.
- Puede presentar tendencia al abuso del alcohol o de drogas.
- Generalmente no tiene amigos, o son muy pocos. Su círculo se reduce a aquellas personas de las que obtener un beneficio.

Cómo escapar de un psicópata narcisista
El momento en el que te das cuenta de que estás en una relación con un psicópata narcisista, es el momento de huir. Aquí no sirven conversaciones para cerrar la relación, ni echarle en cara todo el daño que te hizo, ni tener un encuentro para devolverle sus cosas, porque cada circunstancia en la que él pueda contactar con vos será una posibilidad de manipularte y activar el hoovering. Sólo hay dos salidas posibles de una relación así: el contacto cero y la piedra gris, en ese orden de opciones.
Contacto cero
Contacto cero significa exactamente eso: contacto cero. No atender sus llamadas ni responder sus mensajes, bloquearlo de tus redes sociales, no ceder a sus pedidos de encuentro, no concurrir a lugares donde podrías cruzarlo. Puede implicar cambiar de número telefónico o de correo electrónico si es necesario, o incluso dar de baja tus redes sociales para que no te contacte desde perfiles falsos, ya que es común que cuando el psicópata narcisista se da cuenta que peligra su fuente de combustible se desespere y desate su acoso. También puede ser necesario que cambies tus recorridos y que solicites una orden de alejamiento, si el acoso se intensifica. No dudes en buscar la ayuda que necesites.
Piedra gris
La piedra gris es la segunda opción, en caso de que el contacto cero no sea posible. Esto sucede cuando compartís hijos con el psicópata narcisista, o cuando compartís un vínculo familiar, como por ejemplo, que tu padre o tu madre presente este trastorno. También puede suceder que compartas el mismo ámbito laboral y que tengas dificultad para cambiar de trabajo o no puedas hacerlo inmediatamente, que es lo más aconsejable. Cuando el contacto cero no es posible se aplica la piedra gris, que significa tener el menor contacto posible y preferentemente a través de otras personas que puedan ayudarte, sin responder a cuestiones de índole personal y limitándote exclusivamente al tema puntual que tienen en común (los hijos, el trabajo, dinero, etc.). La piedra gris requiere de un esfuerzo mental extra para sostener el equilibrio y no caer en las estrategias de manipulación del psicópata.
Cuando se pone fin a una relación con un psicópata narcisista, ya sea con contacto cero o con piedra gris, es importante contar con la ayuda de tus seres queridos, con ayuda profesional, y en caso de ser necesario, con la ayuda de los organismos y redes que atienden la violencia de género.
En “Vivas & Libres” desarrollaremos en profundidad todo lo que tiene que ver con psicópatas narcisistas, su personalidad, sus estrategias, las fases de su ciclo, el contacto cero y la piedra gris, para ayudarte a identificarlos y a escapar de esta especie de vampiros emocionales.
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